Rodrigo Cortés era un completo desconocido para mi, no había
tenido el gusto o el sufrimiento de ver su película “hollywoodiense”, con Ryan
Reynolds, titulada Buried, o enterrado en el idioma de Cervantes.
¿Por qué no he visto Enterrado si Reynolds me agrada mucho,
y muchos dicen que es su mejor interpretación? Pues porque soy un tipo bastante
claustrofóbico (Aún recuerdo, con poca nostalgia por cierto, lo que me hizo
sufrir el bueno de Tarantino con su Kill Hill Volumen 2) Así que no estaba
dispuesto a un sufrimiento tan grande, por una simple película.
Por lo tengo, es obvio que lo que me atrajo de Luces Rojas,
no fue el director, fue una mezcolanza entre el casting y la historia, que me
parecía bastante atrapante e interesante.
El triángulo de interpretes de luces rojas, es sencillamente
magistral, está compuesto por dos veteranos que aún están para dar guerra,
Robert de Niro y Sigourney Weaver, y un chico con un futuro, simplemente
brillante Cillian Murphy.
Leyendo algunas críticas, habiendo visionado ya la película,
leí que De Niro, se interpretaba a si mismo en todas las películas,
probablemente sea lo más grave que he escuchado en mucho tiempo, ¿Qué parecido
hay entre sus interpretaciones en películas tan dispares como “El Padrino 2” , “El cabo del miedo”, “Taxi
Driver”, “Los padres de él” , “Heat” o “Luces rojas”? Absolutamente ningún
parecido, bueno si, todas son interpretaciones magistrales y bordadas por el
que probablemente esté entre los mejores actores de la historia del cine.
De Niro interpreta brillantemente, y hasta con un halo de
misterio y de terror, a un mentalista llamado Simon Silver, un tipo que una de
dos, o tiene poderes realmente, o es el mayor farsante de la historia, aparte
del más inteligente, pues nadie consigue pillarle en ningún truco.
Misteriosamente, De Niro regresa a la actividad, después de
treinta años de retiro, con un nuevo espectáculo, con el que pretende llenarse
los bolsillos de dólares, proveniente de crédulos.
Mientras tanto, dos investigadores de lo paranormal,
Sigourney Weaver y Murphy, se dedican a desenmascarar fraudes y charlatanes que
se dedican a engañar a los inocentes.
Sigourney Weaver es una actriz como la copa de un pino, que
ha sido una heroína de los espacio (La saga de Alien y sus cuatro películas dan
buena cuenta de ello) Ha sido una mujer atacada por fantasmas (En dos
películas, y presumiblemente ahora en una tercera, de los Cazafantasmas) ha ido
con gorilas (Gorilas en la niebla), incluso ha trabajado en la película más
taquillera de la historia del cine (Avatar) y tras trabajar con Taylor Lautner
(Sin salida) se pone a currar con Henry Cavill (Superman) y con el gran Bruce
Willis en la siguiente superproducción de Hollywood ambientada en Madrid
(España), y titulada “La fría luz del día”.
En lo referente a Weaver me da la sensación de que se queda
un poco coja, podía haber dado un poquito más, aunque sin duda no es su culpa,
sino del director, que le ofreció un papel, a mi parecer un poco corto,
esperaba algo más de ella.
Y como eje central de la película está Cillian Murphy
(Batman Begins, Origen, In Time) es un chico que no para de crecer y que si
sigue por este camino va a tener una brillante carrera en este mundo, trabaja
de fábula en Luces Rojas, y en cualquier película en la que aparezca, nunca
pasa desapercibido.
Si bien la película y su temática mantienen la tensión, el
final es levemente decepcionante, es difuso, parece hasta desenfocado, cuesta
entender y cuesta sorprenderse con el final, además que no se deja bien claro
lo que ha sucedido, por lo tanto, busca ser efectista, pero sin duda no lo
logra.
********(8/10).
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