Si os creíais que Bridget Jones iba a vivir feliz y a comer perdiz, junto a Colin Firth toda la vida, estabais muy equivocados, años después, Bridget está viviendo con él, pero la convivencia tiene sus problemas, y estos se presentan de forma rauda y veloz, y lo cierto, es que a veces la vida es un poco perra y el destino también, cuando (A perro flaco todo son pulgas) peores son los problemas, aparece un hombre del pasado, nada más y nada menos que Hugh Grant, un tipo que siempre que aparece cerca de Bridget Jones, hace que surjan los problemas más graves.
Los problemas de Bridget empiezan a crecer, en parte por sus grandes inseguridades, por lo que empieza a pensar que ¿Cómo alguien tan perfecto como Colin Firth, un grandisimo abogado, puede estar con alguien como Renee Zellwegger?) Ahí está el tema, cree que está siéndole infiel con una de las colaboradoras del buffete.
Como las normas de segunda parte mandan (Ya sabéis, siempre se tiene que hacer todo más a lo grande) Así que Bridget comienza a trabajar con Hugh Grant, el tipo ahora hace un programa de viajes, así que se van a Tailandia, allí comienzan una especie de romance (Todo por la culpa de unas misteriosas setas de la felicidad) un tipo le echa droga en la maleta y acaba detenida y totalmente perdida en una dura cárcel tailandesa de mujeres, donde Bridget volverá a sacarnos una sonrisa, gracias a su admiración por la cantante Madonna.
En definitiva, es inferior a la primera parte, eso es seguro, pero tiene unos grandes puntos de humor que se agradecen (Yo diría, me atrevería a decir que es una película para los fans de Bridget Jones, no para la gente normal, por así decirlo)
Sin embargo las risas están totalmente a la orden del día, carcajada tras carcajada, momento hilarante tras momento hilarante.
Renee Zellwegger vuelve a brillar como Bridget Jones, un papel que le granjeó fama internacional (Merecida, por todo el esfuerzo que le supuso convertirse en Bridget, una gordita solterona y medio loca de Londres).
Hugh Grant, comodo en su papel, como de costumbre le queda como anillo al dedo el papel de Daniel Cleaver, de hecho, en ocasiones, cuando interpreta papeles así, da la sensación de que se está interpretando a si mismo.
Por otro lado Colin Firth también convence al personal, es un actor muy válido y ha sido galardonado por la Academia (El discurso del Rey) aunque nunca ha brillado en esta saga.
Se espera una tercera parte, ojalá se produzca
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