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viernes, 9 de marzo de 2012

Perfume: The Story of a Murderer (El Perfume, la historia de un asesino)


Durante cierto tiempo hubo una especie de run run con el libro del perfume, ya sabéis a lo que me refiero, un buen día, cierto libro se pone de moda entre la gente, y parece que si no te lees, aparece un agujero en el suelo y te traga.
Así que yo no me lo lei, alguno dirá que es por joder la marrana, pero no es el caso, la verdad es que no me llamaba la atención, no suelo ser vago a la hora de lectura, de hecho me encanta leer, sin embargo, no me llamaba demasiado el tema.
Una vez me enteré de que iban a sacar la película, dije pues toma, me ahorro leer el libro, además, el reparto estaba compuesto por dos de los grandes, Alan Rickman y Dustin Hoffman.
La historia nos relata la vida de un chaval nacido con un misterioso don, el tener el olfato terriblemente desarrollado, tanto, que es capaz de localizar cualquier cosa a través de su olor.
El chico en cuestión es marginado y maltratado durante su infancia, y este trauma le empuja sin remedio a ser un asesino sin escrúpulos, obsesionado con la esencia de la persona, por lo que no durará en matar a prostitutas como si de Jack el Destripador se tratase, para crear un perfume con su esencia corporal, una fragancia única e irrepetible.
Así como historia no parece nada mal, pero la lógica brilla por su ausencia, matar a gente para robarle el olor es un acto inverosímil a mi humilde parecer, esto le resta cierto realismo a una película que de esto, va sobrado.
Y es que lo que más destaco de la película es la representación de París, las andanzas de Jean Baptiste por las malolientes calles de la ciudad del amor, me ha fascinado la idea, casi "Tim-Burtoniana" del París de la época, siendo la representación de ese escenario, una de las partes más notables del film entero, en otras palabras, un diez para la ambientación.
Ben Whishaw interpeta con brillantez a un complejo personaje como es Jean Baptiste, ya que es un perturbado, un enfermo mental que ha de disimular levemente que lo es para tratar de pasar desapercibido en el mundo actual.
Con papel quizás más importante, como mentor de Ben, está Dustin Hoffman, que con esta película, se reengancha a los grandes papeles que le empujaron a la fama internacional, alejándose de producciones más humildes (Los padres de él)
Finiquitando este triángulo de actores está el actor inglés por excelencia, Alan Rickman, al que no se le ve demasiado cómodo con el pelucón que le plantan en la película.
En lo referente a la fidelidad con el libro, lo desconozco, como entretenimiento, no deja de ser una buena película, pero nada más.
Valoración:******(6/10)

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