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miércoles, 19 de septiembre de 2012

The Horse Whisperer (El hombre que susurraba a los caballos)

Hay pocas películas que me provoquen un estado de sueño tan grande como "El hombre que susurraba a los caballos", para empezar, es larga, para parar un tren, se han pasado con la duración, poco más y llega a las tres horas, demasiado para un drama con tan poca chicha, salvado gracias al carisma natural que tiene Robert Redford ("Dos hombres y un destino", "Leones por corderos", "Todos los hombres del presidente"), lo cierto es que no tengo nada que objetar a la interpretación del gran Redford, quizás es demasiado místico en algún momento, pero puede pasar, se le suele recordar por "El hombre que susurraba a los caballos", lo cuál es una verdadera lástima, ha realizado mejores interpretaciones, que merecen el reconocimiento del gran público (A pesar de la prescindible "Leones por Corderos" última andanza de Redford en el cine comercial al igual
También podemos contar con  el grandísimo y célebre, Sam Neill ("Jurasic Park", "Todos los días de mi vida", "Horizonte final"), un tipo acostumbrado a estar a la sombra, o de grandes producciones, o de grandes actores (Aqui está a la sombra de Redford) pero su interpretación sigue siendo bastante buena, como siempre, un talento desaprovechado.
Otro aliciente de "El hombre que susurraba a los caballos", es ver a una jovencísima Kate Bosworth (Si alguien la quiere ver más crecidita, que le eche un vistazo al remake del año 2011, de la película "Perros de Paja")
Además, se puede hablar de un "debut" entre comillas, de una de las mejores actrices del momento, Scarlett Johansson, una tipa realmente versátil ¿ Por qué? Porque es capaz de funcionar con uno de los grandes directores de todos los tiempos, Woody Allen, y de salir en una de las películas y de las sagas más comerciales de los últimos tiempos "Los Vengadores" interpretando a la mítica personaje de cómic "Viuda Negra".
Sin embargo, su juvenil presencia en "El hombre que susurraba a los caballos" no es suficiente como para levantar una película que acaba en el sopor absoluto.
He de suponer que a la gente que ame a los caballos, la película será una delicia, de principio a fin, pero a la gente que nos importan un pimiento, e incluso no nos gustan, pues tanta psicología caballuna acaba mareando al más pintado.
Creo que es una opción sublime para una siesta dominical.
Valoración:****(4/10)

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