Si alguna vez habéis leído libros de Sherlock Holmes, descubriréis que hay un relato, en el cuál un rey va a consultar a Sherlock Holmes, para que robe ciertas cosas que tiene una mujer llamada Irene Adler.
Formando equipo con Watson, se disponen a entrar en la casa, cuando Irene se adelante y se lleva lo que Holmes estaba buscando, venciéndole en cierta manera.
Como sabéis, Holmes es un personaje muy narcisista y egocéntrico y no le gusta nada que le derroten, y menos una mujer, así que desde ese momento se le denominará como "La Mujer".
A partir de ahí, no se sabe nada más sobre Irene Adler, la desgracia es que en las películas, es tratada como una mujer fatal, una ladrona...
Además, no entiendo porque siempre trabaja para Moriarty (En este caso, también sucede así.) Sin embargo, aunque no es del todo fiel al libro, me parece un giro de guión interesante, siempre que aparece la tela de araña de Moriarty en "Sherlock", la gente se queda encantada (Y eso que Andrew Scott solo aparece por unos momentos.)
De todas maneras me atrevería a decir que pese a todo eso, me parece un flojo comienzo de temporada, quedándose muy por detrás de la brillante primera, que cuenta con dos joyas ("Estudio en Rosa" y "El Juego Final") Aún así, el episodio titulado, "Escándalo en Belgravia" es un gran episodio, posiblemente, el más complejo de pillar de todos.
Según pasan los episodios, los prejuicios y los problemas que le poníamos a Benedict Cumberbatch para hacer de Sherlock Holmes, se van difuminando, convirtiéndose en una versión modernizada y genial del célebre detective inglés, mientras tanto Martin Freeman lo peta.
Si además de todo esto, los personajes secundarios como Moriarty, Irene Adler o Mycroft Holmes lo hacen tan bien, pues nos encontramos con una de las series de televisión con mayor calidad que he tenido el placer de visionar.
Valoración:*******(7/10)
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