A los detractores de Colin Farrell, que hay muchos, siempre les recomiendo esta última llamada, una de las mejores películas de aquel año, una sopresa cos mayúsculas, una película donde la tensión es llevada hasta el máximo exponente.
Colin, como ya he dicho, no destaca precisamente por sus majestuosas dotes actorales, pero aqui, lo cierto es que lo borda, de principio a fin, en un principio es un estúpido ególatra, que acaba totalmente loco, desquiciado y demás, metido en una cabina de teléfono.
Una de las cosas que me ha llamado la atención es la duración del film, si quitamos los créditos iniciales y finales, la cosa se queda en una hora y diez minutos, minutillo arriba minutillo abajo ¿Por qué es tan cortita la página? Pues bueno, se agradece que la película lo sea ¿Y eso?.
Recordemos que toda la película, aproximadamente el noventa por ciento, está desarrollada en una cabina telefónica, por lo tanto, se crea, una atmósfera agobiante, una atmósfera chunga, muy claustrofóbica hay que decirlo.
Gracias a Dios, la película dura poco, puesto que si se ambientara todo el rato en una cabina, y durara una hora y media o más de dos horas, sería algo terrible, un aburrimiento, puesto que ya con una horita se puede hacer algo pesada.
Los actores secundarios no destacan en demasía, está el bueno de Forest Whitaker, con un papel de tipo majete, de poli bueno vaya, es un fantástico actor lo que pasa es que con ese ojo pipa que me lleva me pone ciertamente nervioso.
Luego también está la actual mujer de Tom Cruise, Katie Holmes, no es que tenga mucho protagonismo así que.
Y el malo malísimo, Kiefer Sutherland, el protagonista de la serie de televisión 24, Kiefer es la voz del francotirador justiciero que amenaza la vida de Colin Farrell, una mística voz, perfecta y muy intimidante todo sea dicho.
Como algo negativo, pues la intervención sonrojante de las prostitutas y sus frases para el recuerdo como "Es la mano de las pajas" son palabras.
Valoración:********(8/10)
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