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miércoles, 8 de febrero de 2012

Ghostbusters II (Cazafantasmas II)

Esta, definitivamente, es la película de mi vida, la he visto tantas veces que me la sé de memoria, la música, los diálogos y todo, todo el argumento, de hecho soy tan fan, que me vi la película dos antes de la uno, y desconocía osea que imagínate.
Por lo tanto y desde un punto de vista verdaderamente objetivo (El mío no lo es sin duda) la primera película es infinitamente superior a esta, pero el cariño y el amor que siento por esta segunda parte, me hacen hacerla aún superior a la primera, siento no poder ser del todo objetivo con esta segudna parte, ruego el perdón de los lectores, que quizás no lo verán justo, pero soy un tipo sincero, no voy a mentir para contentar a nadie.
En este caso ha pasado un tiempo desde "Los Cazafantasmas" puesto que destruyeron la ciudad en la primera parte, La ciudad de Nueva York odia a los Cazafantasmas, así que por tanto, se tienen que dedicar a diversas cosas, Dan Aykroyd y Ernie Hudson se dedican a las fiestas infantiles (El primero también tiene una tiendecida de libros)
Peter Venkman se gana la vida como cutre presentador en la televisión, mientras que Egon se gana la vida como científico.
Regresa Dana, Sigoruney Weaver, con un hijo, llamado Óscar, algunos extraños sucesos ocurren y Dana decide llamar al equipo para que le echen una manita.
Según parece toda la mala leche, el odio, los insultos, las mentiras y el rencor se van acumulando bajo el subsuelo de la grandiosa ciudad de Nueva York, y se convierten en unos mocos morados de los cuales puden surgir entidades ectoplásmicas, bastante peligrosas por cierto.
Todo ese "río de mocos" fluye hacia un maniaco llamado Vigo el Cárpato, un tirano brujo Moldavo representado en un cuadro del museo de arte de Nueva York y que pretende al hijo a Dana, óscar, para reencarnarse en él y volver a la vida para gobernar el mundo.
Así que los Cazafantasmas tienen que regresar forzosamente para salvar el mundo y la ciudad de New York en particular, una vez más.
La fórmula es la de la primera parte, una comedia con toques de ciencia ficción, pensada para los actores que brillan por luz propia (Destacando al siempre genial Bill Murray)
¿Por lo demás? Un clasicazo, brutales efectos especiales para 1989, infinitamente superiores a los de la primera parte, y una BSO genial, mítica e icónica.
¡Por Dios, que alguien haga la tercera parte!
Valoración:**********(10/10)

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