Hacía mucho tiempo que una película no me emocionaba tanto como Medidas Extraordinarias, un film, para mi, de obligado visionado, una película que habla sobre la lucha, sobre la superación y sobre la fe de unos padres para salvar las vidas de sus hijos.
En primer lugar, los dos actores principales mantienen el peso de la película, y he de decir que tengo un punto de vista muy diferente de ambos.
El primero y quizás principal es Brendan Fraser, no es un actor que me caiga muy bien, me parece que se encasilló durante un tiempo en papeles de idiota, pero lo ciereto es que con Medidas Extraordinarias, el bueno de Brendan Fraser demuestra que es capaz de hacer grandes papeles, cargados de emotividad y de talento, cosa que me sorprendió gratamente, su papel es realmente dificil, el papel de un hombre que no quiere esperar sentado el triste destino que le espera.
Junto a Brendan Fraser y dándole la réplica por asi decirlo, está el gran Harrison Ford, que parece que se ha aficionado a los papeles de viejete gruñón y borde (Medidas extraordinarias, Cowboys and Aliens y Morning Glory).
Harrison Ford, como médico y genio y villano a la vez, se lleva la palma lo hace realmente bien y pese a tener un carácter bastante excéntrico, sientes una gran empatía tanto por el como por el papel de Fraser y de su mujer e hijos.
La película en cuestión es un drama, pero lamentablemente no ahonda en el drama, desperdiciando un poco los momentos de lágrima facil, por eso la cosita se hace un poquito lenta en algún aspecto, además los temas médicos o burocráticos pueden llegar a confundir al más pintado, sin embargo, tampoco es para tanto la cosa.
Se podría decir que en la película no hay villano que valga (Porque en los dramas no suele haberlos) pero si hay alguien que ocupa el papel de antagonista es Jared Harris (El Profesor Moriarty, en Sherlock Holmes 2 Juego de Sombras) interpretando el papel del Dr. Kent Webber, el hombre que tratará de poner todas las zancadillas posibles tanto al temperamental Harrison Ford (El Doctor Robert Stonehill) y a Brendan Fraser (John Crowley),
Finalmente la cosa acaba bien del todo, sin obviar los momentos lacrimógenos, un aceptable film que nos invita a reflexionar sobre la vida.
Valoración:********(8/10)
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