No debió existir primera parte, y obviamente, esta segunda va de cabeza al pozo de las películas infumables, y ese pozo es muy hondo, todo sea dicho.
El director de la película debió pensar, Steve Martin es un fabuloso actor, lo pondré en la cabeza de mi película, y bueno la lías parda, Steve Martin es un actor zafio, malo, sobreactuado y con un talento nulo para hacer reir, pese a que lo intente a cada segundo, además, prolífico, tiene más hijos que un conejo, y casualmente, se encuentra con tipo, que tiene los mismos, que casualidad más cinematográfica, si es que no puede ser.
El malo en cuestión es Eugene Levy, conocido mundialmente por ser el padre de Jim en American Pie, lo cierto es que ese papel de padre tontorrón le viene como anillo al dedo, este papelon que le han dado, de villano sin motivos consistentes, es patético y muy malo.
Junto a Eugene Levy una señora, que producción en la que trabaja, producción que es terrible , Carmen Electra, que quizás debería dedicarse a las películas porno, seguro que se le dan mejor que las pelis comerciales.
Junto a esta gente está Tom Welling desaprovechado en el mundo de Hollywood, defenestrado por Smallville y condenado a pelis de segunda, como esta, o como su original, una lástima, ni su cara bonita le funciona.
Haciendo sus pinitos como actor, en una etapa pre-crepuscular un desconocido Taylor Lautner, que sale con camiseta.
Hilary Duff tambien hace de hija, hijisima de Steve Martin, una buena actriz que prometía mucho pero que acabó desvariando y malográndose.
En definitiva, no pasa de ser una comedia familiar, demasiado familiar para mi gusto, además de ser poco imaginativa y con unos gags y una moralina que aburren al más pintada, totalmente predecible y olvidable, espero que se olviden de hacer una tercera parte.
Lamentable por parte de Antena 3 el proponer esto, como solución al aburrimiento un sábado por la noche y encima llamarlo "el peliculón" apaga y vámonos.
Valoración:***(3/10)
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