La película se salva porque la química que despiden De Niro y Seymour Hoffman es maravillosa, al ser tan grandes los dos, es realmente complicado que no salga una cosa buena, tristemente esperaba algo más, como ya he dije anteriormente.
Además, la película, inexplicablemente tiene una sub-trama por ahí de cine negro, que no pega ni con cola en ningún momento, todo para que De Niro pegue en par de tiros.
De Niro es un héroe policial que tiene que lidiar con una panda de Drag-Queen's viviendo encima de él, cantando, bailando y demás....
Una noche, De Niro oye barullo, sube con su pistola y cae fulminado por una apoplejía que le deja paralizado de una mitad, además de su físico, De Niro ve herido su orgullo y también su ánimo, que decae totalmente.
Le comentan que una buena terapia para volver a hablar, es cantar, y como no puede salir de casa, decide ponerse en contacto con la reinona que vive arriba, interpretada por Philip Seymour Hoffman, para que le de unas lecciones de canto.
Todos podíamos pensar que se iban a producir ciertas situaciones hilarantes, pero no se producen en ningún momento, de hecho, se elimina eso, para ahondar más en la trama de tiroteos y mafiosos medio mexicanos (A lo Machete).
Robert De Niro es como siempre magistral, pese a que la película no sea gran cosa, consigue interpretar de forma sublime a un enfermo que sufre las duras secuelas de una apoplejía, ese tipo de interpretaciones siempre son complicadas, pero De Niro lo borda, de ahí que sea para muchos, el mejor actor de todos los tiempos (Yo no me atrevería a darle ese honor, aunque si que le pondría en un top-five de los mejores actores.)
Y si a un actor de peso como De Niro, le añadimos a otro como Philip Seymour Hoffman, uno de los actores más infravalorados del momento, un genio, hace de travesti y lo clava, hace de sacerdote en "La Duda" y lo clava, si hasta de niño en "Esencia de Mujer" con Al Pacino, lo clava totalmente.
Valoración:*****(5/10)
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