Por lo tanto, yo os recomiendo que cuando os estéis acercándoos al final, dejad de ver la película e imaginaos un final, muy posiblemente, os saldrá uno mejor.
Nicolas Cage se arruinó, pasó de ser una de las estrellas más importantes del firmamento de Hollywood, a ser un títere en manos de pobres guionistas, no solo tuvo que aceptar cualquier papel en el que le ofrecieran trabajar, sino que además, tuvo que vender propiedades, e incluso, su preciado Número 1 de Superman.
Dicen que esto se debe a los caros caprichos del bueno de Cage, entre los que se encuentra, un cráneo de dinosaurio, una roca de Marte, y cosas por el estilo, que le han llevado a dilapidar su fortuna.
Así que ahora ¿Qué queda de aquel chico que ganó el Óscar a mejor actor, a mediados de los noventa? Pues queda poco, pero lo suficiente para que gente, admiradora de su trabajo como yo, paguen la entrada para volver a verle una vez más, con la esperanza de recuperar lo que antaño brilló.
Sin embargo, su actuación en la película es ciertamente notable, lo hace bien, el problema no radica en su actuación, sino en el pobre guión que le han tirado a la cara, un guión que se construye durante toda la película, para después tirarlo a basura, con una pasividad muy preocupante.
Nicolas hace uno de los mejores papeles que ha realizado, en esta etapa mala que está atravesando (Y que esperemos que pase lo antes posible, por el bien suyo, y el de sus admiradores.)
Por lo demás, poco tengo que añadir, los efectos especiales, son aceptables, en ocasiones, cantan demasiado, pero al ser momentos puntuales de la cinta, se puede aceptar.
Los actores, brillan por su ausencia, y sus costuras salen a relucir en la maldita segunda parte de la película, que estropea todo lo anterior.
Me quedo, con la genial sensación que logran transmitir en la primera media hora de película, y con el cameo de Liam Hemsworth ("Los Mercenarios 2" "Los juegos del hambre") en la clase de Nicolas Cage.
Valoración:*****(5/10)
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