Yo nunca había sido mucho
de Hannibal Lecter, no, no me malinterpretéis, disfruté mucho con “El silencio
de los Corderos” pero a decir verdad, nunca me maravilló, ni me pareció una
obra maestra.
De todas maneras, no es la
primera vez que me pasa, en ciertas ocasiones necesito varios visionados de la
cinta para que llegue a gustarme, me pasó con “Pulp Fiction” y seguro que me
pasa con “El silencio de los Corderos”.
Sin embargo, el fulgurante
casting de “El Dragón Rojo” me llamó la atención, así que me lancé a verla, sin
demasiadas expectativas, todo sea dicho…La sorpresa fue totalmente
gratificante, encontré en esta pseudo-precuela de “El silencio de los Corderos”
un auténtico ejercicio divertido, aterrador y muy entretenido.
Durante un tiempo me
gustaron las películas en las que se tiene que encontrar al asesino, siempre te
llevas una sorpresa, obviamente no te lo esperas y eso nos gusta a todos,
pagamos una entrada para que nos sorprendan…Sin embargo, a veces, el ejercicio
es más retorcido y el único que conoce quién es el asesino eres tú,
convirtiéndote en un cómplice más del maniaco homicida, haciéndote participe de
la carnicería.
“El Dragón Rojo” está en
esta onda, no se esconde, nos enseña al asesino y nos invita a tratar de atraparlo
junto a dos espectaculares Edward Norton y Harvey Keitel.
Anthony Hopkins vuelve a
interpretar a Lecter, lo hizo tres veces en su carrera y se le ve cómodo en el
papel, es suyo, técnicamente lo creó él (No sé hasta que punto se basó en el
Lecter literario) y aunque no es el protagonista de la cinta (Parece una mera
excusa para realizar un thriller) sigue imponiendo el mismo respeto que cuando
interpretó al mismo personaje en “El Silencio de los Corderos”.
El papel de malo de la película recae en Ralph Fiennes, que sinceramente,
me ha dejado impresionado, ya conocía sus inmensas dotes como actor, pero aún
así me ha impresionado, me da la sensación de que cogido la esencia que Anthony
Perkins insufló a su personaje de Norman Bates en “Psicosis” y le ha dado una
vuelta de tuerca, si Bates estaba
trastornado, su personaje da un paso más allá, sencillamente enorme, uno de los
mejores papeles de toda su dilatada carrera, me ha impresionado soberanamente.
Caso aparte son los dos
investigadores, Norton y Keitel, el segundo para mi, es una leyenda viva e
infravalorada de la industria que nos ha regalado interpretaciones magistrales
(“Reservoir Dogs” o “Taxi Driver” a la cabeza”) y me alegra verle en un papel
de embergadura después de tantas tonterías que está rodando actualmente.
De Norton, poco tenemos
que decir que no se haya dicho ya, es enorme, lo ha demostrado sobradamente en
películas tan dispares como “American History X” o “El club de la lucha” y es
uno de los mejores intérpretes de su generación.
Si a esto le añadimos la
participación de alguien como Philip Seymour Hoffman (Aunque su incidencia en
el reparto, no es demasiado importante) tenemos un casting de lujo, para un
guión de lujo.
Os invito a ver “El dragón
rojo”, dispuestos a ver una película genial, dispuestos a disfrutar de un
thriller de la vieja escuela.
Valoración:*********(9/10)
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