Hot Tub Time Machine (Jacuzzi al pasado)

Lo primero que pensé cuando vi el título de la película "Jacuzzi al pasado", es ¿A quién coño se le ocurrió que un Jacuzzi fuese una máquina del tiempo? Vaya locura, podría decir que es original, pero no lo creo, creo que es bizarro.
Vi la película por tres simples razones, porque salía John Cusack, que es un actor que me gusta (Estoy deseando verle en algo serio, como "The Raven" inmortalizando en una nueva película al gran escritor Edgar Allan Poe, con el que por cierto, guarda un enorme parecido).
Después de verle en varias películas ("City Hall", "2012", "Con Air", "el Niño de Marte") nunca le he visto en una película deficiente, todas llegan como mínimo al aprobado, al seis incluso, por lo que tengo que decir que John Cusack escoge cuidadosamente todas los papeles, por lo que tengo que felicitarle, y pedirle que hable con algunos de sus compañeros de profesión, que a lo mejor necesitan un poco de su asesoramiento a la hora de pillar sus trabajos (Nicolas Cage por ejemplo).
Las demás interpretaciones tampoco es que destaquen demasiado, si he de detenerme es en el calvo, llamado Rob Corddry, el típico tío que te suena y que no sabes de que, y aun sigo sin saber de que me suena, quizás tenga una cara demasiado normal, y por ello me cuesta identificarle, es lo que hay cuando se hallan tantos calvos en el mundo.
El chaval de la película es el que menos me ha gustado, con diferencia (Clark Duke), no solamente sobra totalmente, sino que además es el típico personaje totalmente insufrible, no tiene ni pizca de química con los demás personajes, sino que además se pasa haciendo comentarios estúpidos, y enseñando cosas de la vida a la gente, cuando es un pringado increible (Lo peor con diferencia es cuando se empieza a mofar totalmente del calvo porque le pegan, vamos que a él no le han puesto la mano encima nunca, no se lo cree ni borracho) que tiene un mundo virtual en donde vive, que le vamos a hacer, además, es capaz de rechazar a una tía en pelotas, si es que no puede ser.
Lo que más me ha sorprendido es el personaje de Crispin Glover, un actor que siempre me ha gustado, un tipo genial que interpreta a un botones manco, que después recupera el brazo, y se pasa la película intentando perderlo.
La película tiene puntitos de risa, pero poco más, es divertida, para pasar el rato, sin embargo, sería un error pedirle algo más, es la típica película que te gusta, te hace gracia, hace que dos horas de tu preciada vida se pasen volando, y a otra cosa mariposa.
Valoración:******(6/10)