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lunes, 23 de septiembre de 2013

One hour photo (Retratos de una obsesión)

Aunque nací a principios de los noventa, recuerdo casi con añoranza las máquinas de carrete, y de como tenías que hacer cada fotografía con el máximo cuidado, para luego ir a la tienda más cercana y revelarlas con toda la ilusión del mundo...Para comprobar que sales con el dedo en el objetivo, los ojos rojos o cerrados ¡O que no tenías carrete dentro! Esto a muchos os habrá pasado.
Sin embargo, para mi "Retratos de una Obsesión", es ciertamente una pesadilla recurrente en mi infancia, y es que yo, durante toda mi vida, siempre he sido un tipo ciertamente filosófico, así que yo desde temprana edad me pregunté ¿Qué hará el hombre con todas sus fotos?.
Y es que yo pensaba, en que el señor que revelaba las instantáneas, tenía acceso completo y total a nuestra vida, sería como una especie de ojo vigilante que inexorablemente, todo lo ve, y todo lo sabe.
A mi esas cosas me agobiaban un poco, pero al poco rato se me olvidaba y me iba a otra cosa, sin embargo, mis miedos y traumas afloraron tras el estreno de esta "Retratos de una Obsesión", una película no demasiada conocida, y que yo siempre destacaré como uno de los mejores trabajos (Sino el mejor) de Robin Williams (Un actor, que por cierto, no es muy de mi agrado)
Así pues, creo que la fuerza de la película radica en la absoluta genialidad de Robin Williams a la hora de afrontar el papel, Sy es un tipo que inspira ternura y lástima, hasta hace que nos caiga bien, durante algún tiempo, no advertimos el grave trastorno que tiene, su sonrisa y su simpatía nos ganan desde el primer minuto, y cuando nos queremos dar cuenta de todo, el tipo se ha convertido en un maniaco peligroso, que no puede aceptar que un miembro de "su" familia, engañe a otro de manera vil y traidora, así que se pone manos a la obra.
La película brilla por si sola, pero considero que pega un bajón considerable cuando el jefe de Sy, Gary Cole ("Superfumados") le despide, al descubrir que ha estado haciendo cientos y cientos de copias de más (Las de la familia a la que acosa).
Por lo demás, el tramo final, me ha resultado decepcionante, la trama avanza a trompicones, y esa escena sexual de Sy con la pareja, aunque me gustó, me resultó insuficiente.
No creo que sea una obra maestra, incluso creo que sea una película memorable, pero a mi me marcó bastante (Es más, la onírica escena en la que sangra a borbotones por los ojos es realmente espeluznante) creo que destaca por una historia original, y por una interpretación magistral del infravalorado Robin Williams, luchando una vez más por quitarse el estigma de chico gracioso.
Valoración:*******(7/10)

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