Everyone Says I Love You (Todos dicen I Love You)

¿Woody Allen en un musical? Si lo sé, no la hubiera visto, pues la decepción que me llevé con el tito Woody, fue mayúscula.
Como un chacal ávido de carne me hallo en busca y captura de todas las películas de ese incomprendido genio llamado Woody Allen, así que en el momento en el que hallo una película inédita, me lanzo esperando devorarla lo antes posible, además de crearme demasiadas expectativas, básicamente, es lo que sucedió con “Todos dicen I Love you”.
En primer lugar, tendré que decir que salvo honrosas excepciones, los musicales no me gustan, me parecen bastante ridículos, pienso que solo funcionan cuando hay pocas canciones, es posible que contengan buenas historias entre canción y canción, pero cuando se arrancan a cantar cada dos por tres, ralentizan el ritmo de la película, para muestra de ello, está “Los Miserables”, una película que ya de por si es larga, pero gracias a las canciones, parece que dura veinte años (Más o menos el tiempo real de la película.)
Bien, pues podríamos decir que “Todos dicen I Love you” sufre el mal de “Los Miserables”, la rocambolesca historia que nos cuenta Woody, es como siempre fantástica, pero cada vez que te metes en la película, Woody te saca completamente con un número musical completamente innecesario, números como el del entierro del abuelo, o el de la tienda de joyas, dando la sensación, de que ha desperdiciado a uno de sus mejores repartos en cantar canciones inútiles.
Woody Allen, como siempre, encabeza el reparto y se lleva buena parte del protagonismo, repartido con otros actores también geniales, tales como el fabuloso Tim Roth (“Reservoir Dogs”, “Four Rooms”) Al cuál admiro más cada día que pasa, por su versatilidad y por su desmesurado talento.
Además de esto, Woody ficha a un joven talento de la época, el ahora veterano Edward Norton (Que por cierto, tuvo que lidiar con Tim Roth en la olvidable “El Increible Hulk) No cabe la menor duda de que Norton es uno de los mejores actores de su generación, papeles inolvidables como “American History X” o “El club de la lucha” dan buena cuenta de la afirmación.
Hacen sus pinitos también, gente como Drew Barrimore, cuya carrera se echó a perder totalmente después de rodar el éxito que supuso la adaptación a la gran pantalla de “Los Ángeles de Charlie” (Éxito de taquilla, porque de público, cero patatero a esta y a su secuela, pese a contar con Cameron Díaz, Sam Rockwell, Lucy Liu, Bill Murray.) y también la siempre fantástica Natalie Portman (Que venía de rodar una obra maestra desconocida por la mayoría del respetable, la enorme “León : El Profesional” con Jean Reno en su mejor papel, y con un Gary Oldman desatado.) ¡Y qué decir de la novia de América! Si, me refiero a Julia Roberts, que tiene un idilio romántico con el mismísimo Woody Allen (Ni en sus mejores sueños habría ligado con una mujer como Julia.)
Sigue siendo Woody Allen, y por lo tanto, es una película, superior a la mayoría de comedias que se emiten, pero para ser suya, esperaba algo más.
Valoración:(****** 6/10)