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miércoles, 29 de mayo de 2013

The American Film Institute Salute to Alfred Hitchcock (AFI Saluda A Alfred Hitchcock )

No recuerdo muy bien cuál fue el comienzo que tuve con Alfred Hitchcock, posiblemente la primera película que vi de él fueron "Los Pájaros", era bastante pequeño, pero recuerdo esas escenas agobiantes, con todos los pájaros lanzándose contra la gente, me pareció algo siniestro ¿De la mente de quién había surgido esa terrible pesadilla? Creo que fue cuando empecé a vislumbrar el genio de Alfred Hitchcock.
Años después, una lluviosa noche de invierno, echaron "Psicosis" por la televisión, si, "Psicosis" el clásico del que hablaba todo el mundo, sin dudarlo un segundo, comencé a verla y me quedé anonadado, en estado de shock, me pareció magistral, tanto, que yo la considero la mejor película de todos los tiempos (Seguida de cerca por "La Naranja Mecánica") ¡Si, sé que alguno me llamará loco! Pero a mi me da igual.
Alfred Hitchcock era un maestro, un genio, un director excéntrico, un loco, una obra maestra en si mismo, un tipo capaz de estirar el suspense hasta límites insospechados, a darle un nuevo significado a la palabra "tensión", un tipo que hace películas como "Psicosis", "Vértigo", "La Soga" o "Con la muerte en los talones" no puede ser humano, no puede ser real.
Alfred Hitchcock era como lo directores de ahora, le gustaba reunirse de su gente, de sus actores, de tipos de confianza a los que no soportaba demasiado, pero que aguantaba más que a los demás, entre sus hombres, estaba el grandísimo Cary Grant (Posiblemente, uno de mis actores predilectos, con una elegancia superlativa con el que rodó, obras maestras como "Atrapa a un ladrón" o "Con la muerte en los talones") el más maduro y comedido James Stewart (Con el que rodó "La ventana Indiscreta", "La Soga" o "Vertigo") y ha colaborado de forma ocasional con actores de la talla de Anthony Perkins ("Psicosis") o Sean Connery ("Marnie la Ladrona".) Pero si había algo que le obsesionaba, no eran los actores, sino las actrices, rubias a poder ser.
Célebres son su compulsivo control sobre actrices de la talla de Janet Leight, Vera Miles, Kim Novak o Tippi Hedren, manías que su esposa, que le amaba de verdad, le consentía.
Por eso creo, que Alfred Hitchcock es el más grande director de todos los tiempos, así, sin tapujos, tiene una dura competencia, gente como Stanley Kubrick le pisa los talones, pero para mi Hitchcock, es simple y llanamente, perfecto en su imperfección.
De ahí que me emocionara de verdad, que la AFI le hiciera un homenaje, lleno de actores de renombre, Alfred estaba mayor, trató de levantarse pero no tenía muchas fuerzas, así que habló sentado, le temblaba la voz, ironizó y agradeció a su mujer, haber estado allí siempre, dándole fuerzas, grabando esta escena en mi mente para siempre, enorme Alfred, eres leyenda.
Valoración:********(8/10)

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