Y es que mi primera decepción, y quizás, sea el casting, protagonizada por Eddie Murphy, en lo que a mi respecta uno de los peores actores de la historia pasada, presente y futura del cine (y me aventuro a decir el peor).
Quitando las tonterías de Eddie Murphy que es un pesado insufrible que no debería volver a salir en la gran pantalla...la película está bien, lo cierto es que destacan los efectos especiales, lo logrados que están los fantasmas (Genial homenaje a la atracción de Disney el baile de los fantasmas o la gitana metida en la bola de cristal, y como no, obviamente, las caras que cantan en coro en el cementerio, todo un clásico de la atracción). También los muertos, de hecho, me parece increible la escena en que los muertos se levantan de las tumbas.
La chica de Eddie Murphy, está bastante bien, además los niños cumplen con creces, pero la hija de Murphy sacó la vena insoportable de su padre, haciéndose insufrible en ciertos momentos, como cuando se dice que sabe latín (¿Desde cuando se supone que los niños yankis estudian en el colegio latín? Que cosas macho.
Junto al tonto del Eddie Murphy, destacando, positivamente, el villano de la cinta, interpretado por el genial Terence Stamp, haciendo de "mayordomo" (Siempre son los más malos), es el que más llega a acojonar en toda la cinta.
¿Infantiloide? hombre, no sé, no diría yo tanto...bien es cierto que tenemos la moralina típica de las pelis de Disney, que si el amor, que si la familia, que si hay que enfrentarse a los miedos.... estamos hablando de una película infantil, como es obvio, tiene un poquito de acción, gran dósis de comedia infantil y pinceladas bien contadas de terror, pero siempre mezclado con un poco de humor, la mezcolanza no queda nada mal, de hecho está genial.
En definitiva, simpática y poco más, llega al seis y pa habernos matado.
Valoración: ****** (6/10)
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