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jueves, 28 de febrero de 2013

Carnage (Un Dios Salvaje)

Pequeña obra maestra rodada en tiempo récord por ese maestro llamado Roman Polanski, corta e intensa, directa, un golpe a la mandíbula que nos muestra la verdadera naturaleza de las personas que decimos ser civilizadas.
Ciertamente, me parece algo raro que la gente diga que es una grandísima comedia, que te ríes a carcajadas...Pues no, yo no me he reído ni una sola vez, no hace gracia, aunque si que es una comedia ligera, amena, que se te pasa volando (Aunque en la parte final de la cinta, flaquea un poco.)
Roman Polanski se pone a rodar una película en una habitación y demuestra la esencia de la interpretación en su máximo exponente, para ello se ayuda de cuatro grandes actores, con los que construir un puzzle bastante curioso.
¿Hay vida para Christoph Waltz después de Tarantino? Sin duda, y con películas como "Un Dios Salvaje" se demuestra la mayor, Waltz es un monstruo de la interpretación, de ahí que ya lleve dos Óscars, uno por "Malditos Bastardos" y otro por "Django Desencadenado" ¿Su techo? No lo sé, mientras el gran Quentin siga escribiendo grandes papeles su techo no tiene fin.
El otro protagonista de la cinta, es John C Reilly, un actor que no deja de sorprenderme, en un primer lugar no me gustó nada "Hermanos por Pelotas" fue la primera película que vi de él y me pareció vergonzosa, sin embargo, la cosa fue mejorando, hasta llegar a su máximo en esta cinta de Polanski, todo un logro el convencerme a mi de algo así, pues suelo ser bastante cerril en cuanto a actores se refiere, vamos, una proeza.
Las mujeres de la cinta no pueden ser más brillantes, espléndidas actrices como son, no esperaba menos de Kate Winslet y de Jodie Foster, sencillamente espléndidas, las dos, de hecho, no soy capaz de ensalzar a una por encima de otra.
La gente, acude a ver la película, nos sentamos y nos comenzamos a divertir con una historia que nos parece ajena ¡Pero que chorrada! Los niños se pelean, seguro que al día siguiente hacen las paces.
Ahí nos coge el bueno de Roman Polanski, él crea una metáfora, la película no es más que un reflejo de nuestras vida, ¡Qué fácil es ver todo desde la comodidad de un sofá! Pero si estuviéramos en el pellejo de cualquiera de las dos parejas haríamos lo mismo, exactamente lo mismo, así que con todo nuestro civismo y con toda nuestra educación, acabamos postergados a los más bajas instintos.
Ahora bien, no es oro todo lo que reluce, en los instantes finales, cuando los personajes empiezan a caer en estado de embriaguez, la película baja el nivel considerablemente, aún así, me ha parecido sencillamente cojonuda, solo un genio como Roman era capaz de aunar teatro y cine en una sola película, para mi imperdible, aunque solo sea por lo original de la propuesta.
Valoración:********(8/10)

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