Steven Spielberg debuta por todo lo alto disfrazándose de Hitchcock (No me podéis negar que el bueno de Alfred habría firmado esta grandísima película) y regalándonos una de las mejores películas de toda su filmografía y la que posiblemente sea la mejor película hecha para la televisión de todos los tiempos, "El diablo sobre ruedas", es un ejercicio de terror y tensión brillante además de ser muy verosímil, por desgracia.
Recuerdo que cuando era pequeño, me mareaba bastante (Bueno, aún sigo haciéndolo) así que hacía los viajes largos en el asiento de delante al lado de mi padre, adelantar me daba un miedo pavoroso, sobre todo a los camiones, me parecían enormes amasijos de hierro que si nos rozaban nos echaban de la carretera.
Alguna vez, en uno de esos adelantamientos, se produjo el llamado "pique", yo no entendía nada, pero sí, según parece, cuando adelantes a alguien ándate con ojo porque como esté algo mal de la cabeza se puede picar y empezar una carrera que puede acabar en un accidente.
Bien, pues eso es lo que pasa en "El diablo sobre ruedas", un buen hombre se encuentra a un camión delante, va bastante despacio así que siguiendo las normas de circulación lo adelante, el camión, se enfada por este hecho y lo vuelve a adelantar con brusquedad para quedarse delante, obstaculizando a nuestro protagonista, interpretado de forma brillante por Dennis Weaver.
Ante esta provocación, el buen hombre se pica y le vuelve a adelantar, propiciando una caza humana por parte del camión que querrá limpiar su honor acabando con su enemigo, haciéndolo enloquecer, le trata de echar de la carretera, tirar a un barranco, empujar contra un coche en marcha y hasta atropellarlo.
Como ya dije con anterioridad, parece que Spielberg bebe de la fórmula que le funcionó a Hitchcock en "Alfred Hitchock presenta" alargando un poco más el metraje y regalándonos una oda a la intriga ¿Por qué? Porque en ningún momento sabemos que es lo que está pasando y quien está a los mandos del camión maldito, con un motor trucado para darle más velocidad y potencia.
Aunque al principio el argumento pueda parecer original pero a la larga pesado, Steven Spielberg lo lleva con su maestría habitual, el hecho nombrado anteriormente, el de no saber quien conduce, añade un halo de misterio que el director se llevará a la tumba, en ningún momento obtenemos la respuesta a nuestras demandas.
Además de todo esto, "El diablo sobre ruedas" se convierte en una pesadilla, ya que nadie quiere ayudarle ni tampoco lo creen, después del primer accidente contra una verja, la gente se toma a cachondeo que un camión quisiera matarle y lo achacan al dolor de las cervicales, después, cuando trata de llamar a la policía la cosa no acaba demasiado bien y cuando para a un coche con dos ancianos en el interior, tampoco le hacen demasiado caso.
Ahora bien, la historia es sobresaliente y está bien llevada pero es ciertamente incomprensible que por un adelantamiento el conductor del camión se ponga así ¿Un mal día? Debería ser el peor, recordemos que este tipo es camionero, transportista , tiene toda una vida en la carretera, si se pone así cada vez que le adelantan la carnicería que puede montar sería impresionante.
Como ya digo "El diablo sobre ruedas" es un clásico de las películas para la televisión y posiblemente la mejor de este "sub-género" además, es la primera piedra para uno de los directores más brillantes y prolíficos de todos los tiempos, casi creador y explotador del término blockbuster (Aunque ahora esté pasando "horas bajas").
Valoración:********(8/10)
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