La segunda temporada de "The Walking Dead" supuso un bajón para mi, un bajón tan grande que dejé de seguir la serie durante más de un año, si la primera temporada me resultó magistral, la segunda me pareció un auténtico desastre, un verdadero aburrimiento, un drama personal (O grupal, según como se mire) con zombis de por medio, sin embargo me animé a ver la tercera temporada con muchas ganas y lo cierto es que la cosa mejora considerablemente (Tampoco es que sea muy complejo el temario, pero bueno).
Yo creo que una serie de una televisión y una película (Pero más una serie) debe de basarse en una buena historia, unos buenos héroes, pero sobre todas las cosas un buen villano, el problema en "The Walking Dead" es que los caminantes no son capaces de cumplir en ese papel, porque son demasiados y porque como es evidente, no tienen personalidad alguna, se intentó que Shane fuese el villano de la segunda temporada y ello conllevó su fallecimiento, para mi, una de las peores noticias de "The Walking Dead", Jon Bernthal es un actor excepcional (Vamos, yo no puedo apoyar más su elección como Frank Castle o Punisher en la segunda temporada de "Daredevil") y "The Walking Dead" quedó algo coja con su desaparición...Ahora bien, los escritores de la serie entendieron bien lo que sucedía y crearon un personaje memorable, el Gobernador, el antagonista perfecto para "The Walking Dead", un humano que es incluso más cruel y malvado que los propios caminantes, David Morrissey hace un papel excepcional ¡Y además no se lo cargan! Mejor no se podía hacer.
Los personajes principales en su huida encuentran un lugar fantástico para vivir, una cárcel, una vez entran dentro de la prisión se dedican a limpiarla de caminantes.
Allí pasan los días encerrados, hasta que sus caminos se cruzan con los de un pueblo cercano llamado Woodbury, una comunidad segura de caminantes dirigida con mano de hierro por el Gobernador.
Lo bueno de esta temporada (Que ojo, hacia el final se va haciendo un poco lenta, debían haberse quedado en los siete de la primera temporada o como mucho en los trece de la segunda y no elevar la apuesta y hacer dieciséis) es que las tensiones entre Rick y el Gobernador dejan buenos momentos, además, podemos recuperar (Para luego más tarde perder) a uno de los mejores personajes de "The Walking Dead" Merle Dixon (Interpretado de manera magistral por Michael Rooker "Guardianes de la Galaxia") y por supuesto, Michionne y su katana asesina.
Además y de golpe y porrazo nos libramos de uno de los personajes más insufribles de toda la serie, Lorie (Sarah Wayne Callies) que gracias a Dios no es capaz de sobrevivir al nacimiento de su hija (¿Se sabrá en algún momento si es hija de Shane o os hija de Rick, ojo al salseo bueno).
En líneas generales, creo que "The Walking Dead" es una serie con un tremendo potencial pero que no acaba de despegar, no acaba de arriesgar y de poner toda la carne en el asador, debe decidirse por el drama o por el terror.
Otro defecto que le veo a la serie es la de matar a tantos personajes, son reemplazados si, pero ninguno tiene la personalidad de los antiguos, de ahí que muertes de personajes como Shane o T-Dog...O por ejemplo Andrea me resulten innecesarias, quizás la incorporación de Michionne sea la mejor, lo demás, son extras que se van a convertir en carnaza para zombis, antes o después.
Veremos como enfocan "The Walking Dead" con el Gobernador suelto y desquiciado por ahí, hay ganas de cuarta temporada....Creo que por ahora "The Walking Dead" ha salvado el match ball, pero cuidado.
Valoración:******(6/10)
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