Bruce Willis, el héroe John McClane no está donde esperábamos, sino suspendido del servicio policial...y a sólo un paso (en palabras de él) de ser un alcohólico, separado de su mujer (recordemos que "por su culpa" él está metido en todas las movidas hasta ahora)
Un loco llamado Simon, ha escondido un montón de bombas por la ciudad y quiere jugar con John McClane a un juego.
La pelicula transcurre muy rápido pues la acción es frenética, tiene cierto punto de humor (lo de odio a los negratas por ejemplo), y cuando te quieres dar cuenta te enteras que el villano de turno, es nada más y nada menos que el hermano de Hans Gruber, Alan Rickman.
La peli te engaña, como Simon Gruber engaña a todo el mundo (cabe resaltar la gran labor de Jeremy Irons, interpretando a un villano con mucho acierto, no llega a la interpretación de su "hermano" pero le anda muy muy cerca) primero pensamos lo más simple, Simon quiere vengarse de McClane y punto pelota, después que quería dinero y matar a McClane....para al final enterarnos que el robo iba a ser a gran escala y que matar a McClane era algo no secundario....sino terciario, simplemente quería jugar con él, pues su hermano realmente le caía mal, y si al final se lo cargaba en el estadio de los Yankees pues mejor para todos.
Aparece una figura que no había sido utilizada en ninguna pelicula de la Jungla, es el compañero, en la 4 este esquema se repetirá con Justin Long, pero aqui aparece el mítico Samuel L Jackson que lo borda de principio a fin, un compañero muy a la altura de Bruce Willis.
Es muuuy dificil mantener un listón de calidad tan alto en una tercera parte, en este caso y en mi opinión, este film supera al anterior en historia, trama, acción y resultado final (los chascarrillos de McClane han regresado, inolvidable lo del tunel y Santa Claus o lo del ascensor, que tio mas rápido de mente) una magnifica tercera parte que hará las delicias de cualquier aficionado al cine de acción sin limites.
Valoración: ********* (9/10)
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