La primera temporada es extraña, solo para admiradores del humor inglés llevado al extremo, ácido, irreverente y políticamente incorrecto, un humor muy particular que puede no gustar al gran público, que en la versión americana, pasó a ser algo más absurdo, por así decirlo, algo más comercial.
Si la primera temporada me pareció algo decepcionante, hay que reconocer que en la segunda la cosa ha mejorado notablemente, aunque la cúspide de la serie es David Brent, no acababa de funcionar del todo por culpa del pobre desarrollo de los personajes, personajes interpretados por grandes actores, como es el caso de Tim, con un gran Martin Freeman, ahora muy conocido, gracias a la también serie británica "Sherlock", pronto debutará en "Fargo", que por cierto, tiene muy buena pinta.
Durante los seis episodios, veremos a David Brent liándola, con la mezquindad que le caracteriza, bromeando sobre temas de los que no se debe bromear, cosas racistas, machistas...Vamos, la esencia que caracteriza a David Brent, menudo jefe (Totalmente impagable el bailecito que se marca en un capítulo, uno de los momentos más divertidos que he visto en una serie cómica, tanto en esta "Office" como en la norteamericana.
Se ha profundizado bastante en la relación amorosa entre Dawn (Lucy Davis) y Tim (Martin Freeman), cosa que como ya digo, es vital, por desgracia, solo hablamos de personajes principales (Brent, Dawn y Tim) y algún que otro extra del que no llegamos a conocer el nombre, lo cuál es una pena, esperemos que los especiales navideños que vienen a continuación cierren un poquito los cabos sueltos que se ha dejado Gervais en sus dos temporadas.
¿Tendría que haber hecho más? Posiblemente, aunque ese tema ya lo exploraré concienzudamente en el análisis global de la serie, más adelante.
La segunda temporada tiene un siete, si la comparara con la Office americana no lo tendría, pero me veo obligado viendo la mejora que experimenta respecto a la primera.
Valoración:*******(7/10)
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