Auspiciado por la película de "300 : El Origen de un Imperio", decidí echarle valor y ponerme a mirar "Spartacus: Sangre y arena", una serie que bebió mucho de la película de Zack Snyder, algún ojo le había echado yo cuando la emitieron por Cuatro, pero no me llamó la atención, ahora tiempo después he descubierto las virtudes de una gran serie, serie que mezcla violencia extrema, violencia y sexo bastante explícito, convirtiéndolo en un producto muy jugoso para el mundo masculino (Bueno, y para el femenino, no nos vayamos a mosquear) los trece episodios de cincuenta minutos aproximadamente, se pasan volando mientras disfrutamos de violencia gratuita, penes y tetas e "intrigas palaciegas", que te hacen devorar la corta temporada en un abrir y cerrar de ojos, lo cierto es que a toro pasado, "Spartacus: Sangre y arena", es una serie infravalorada por el público y la crítica, una verdadera lástima.
Me enteré después que hicieron una precuela llamada "Spartacus: Dioses de la arena", por lo que me planteé ¿Debería haber visto la precuela y después "Spartacus: Sangre y arena"? Me recomendaron que siguiese el orden original y así lo he hecho, no creo que os arrepintáis si seguís el orden de emisión de la serie, aunque creo que si lo hacéis en orden cronológico, como que tampoco pasa nada.
La serie cuenta la historia de Espartaco (El desgraciadamente fallecido a causa de un maldito cáncer, Andy Whitfield) un tracio esclavo que acaba a las órdenes de Batiato (Enorme, inteligente y pérfido John Hannah) y su esposa, Lucy Lawless (Conocida por todos por Xena, la princesa guerrera) que sigue estando tan buena como cuando corría lozana junto a Hércules.
Total, que Espartaco, comienza siendo un esclavo entrenado por Peter Mensah (Conocido por ser el emisario persa de la nombrada con anterioridad "300") y rivalizará con la estrella del lugar, Crixo, interpretado por Manu Bennet ("El Hobbit") conoceremos las intrigas del lugar, las ansias del poder, las traiciones y la muerte en todas sus vertientes, todo ello acompañado de unos efectos especiales revolucionarios (Aunque en ciertos momentos, podemos encontrarlos algo desfasados en ciertos momentos, culpa del presupuesto) Aún con todo, es una serie muy disfrutable, sobre todo si eres amante de los desnudos gratuitos y de las salpicaduras de sangre y vísceras.
Aunque Andy Whitfield es un pedazo de actor, en ocasiones me da la sensación de no tener demasiado carisma, al menos no para llevar a un tipo Espartaco, aunque sus relaciones con Crixo o con Varro (Jai Courtney, hijo de John McClane en "Las Jungla: Un buen día para morir") son interesantes, prefiero a los personajes inteligentes, y toda la inteligencia y la ponzoña se manifiestan en un John Hannah que se sale, totalmente.
"Spartacus: Sangre y arena" es una de las mejores series de la actualidad, pero en ciertos momentos peca de cierta lentitud y de ciertas tramas que ralentizan el global, de ahí que pierda puntos y se quede en un notable, grandísima serie, recomendable.
Valoración:*******(7/10)
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