Aún con todo, entiendo que esta serie acabe, tiene que hacerlo, sin Michael Scott la serie no tiene sentido alguno, me duele decirlo porque quiero a todos estos personajes como si fueran de mi propia familia, pero es lo que hay.
La séptima temporada acabó con el "fallecimiento" de Will Ferrell, que hizo el papel de jefe durante unos cuantos episodios en la transición post-Michael Scott, sin embargo, acabaron colocando como jefe a James Spader, uno de los que fueron entrevistados en los últimos episodios de la séptima ¿Qué hubiera hecho yo? Algo totalmente diferente...Hubiera apostado por el jefe de la serie británica en el su mismo papel, Ricky Gervais lo hubiese clavado, lo tengo claro, sin embargo, creo que Ed Helms hace un grandísimo papel aunque le viene un poco grande en ciertos aspectos (En todo caso, hubiese seguido con Kathy Bates como jefa de Dunder Mifflin)
El nuevo jefe, presidente de la empresa se llama Robert California y es un misterioso y extraño personaje interpretado por Spader (El que será Ultrón en la nueva película de "Los Vengadores") no está mal, aunque su místico personaje no me acaba de convencer, la temporada va dando tumbos de allá para acá hasta el momento en el que un grupo comandado por Dwight tiene que irse a Florida con un grupo de vendedores para fundar una nueva tienda de "Sabre", dejándonos cuatro de los mejores episodios de toda la serie (Como ya digo, para no estar Michael, no está mal).
No me cabe la menor duda de que lo mejor de la serie es su reparto de secundarios, repiten los de siempre, B. Novak ("Al encuentro de Mr. Banks") Jenna Fischer ("Virgen a los 40") John Krasinski ("Los teleñecos") y el más grande de todos, el enorme Rainn Wilson que se adueña de todo con su mítico personaje de Dwight.
La octava se acabó, quedan poco más de viente capítulos para finalizar, la que posiblemente sea la mejor serie de comedia de todos los tiempos, vida "The Office".
Valoración:******(6/10)
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