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lunes, 24 de febrero de 2014

Nebraska (Nebraska)

Todos los años se cuela en la terna de las Óscar, una película como "Nebraska", están las favoritas, las que se lo van a llevar y luego un grupo reducido de una o dos películas a lo sumo, películas para las que estar nominadas a "Mejor Película", ya debería ser un premio, siempre suele haber una representante del género "Indi", por llamarlo de alguna manera, en este caso la escogida es "Nebraska".
No me llamaba para nada la atención "Nebraska", es más, no quería verla, sin embargo un día vi el trailer y lo cierto es que algo me atrajo a ella, no sé si la fotografía, si la música o si el magnetismo nostálgico que desprende por los cuatro costados un inspirado Bruce Dern, pero tenía que verla.
Ahora bien, aunque la película es realmente buena, no creo que deba ser la ganadora de la estatuilla dorada, es una película lenta y melancólica, reflexiva, un viaje introspectivo hacia la América más profunda, sin embargo, no creo que tenga todas las virtudes reunidas para ganar a grandes producciones como "12 Años de esclavitud", "El Lobo de Wall Street" y las demás, aún así hay que reconocerle a Alexander Payne, lo bien que lo ha hecho.
Bruce Dern si que podría competir a los más grandes por el premio gordo, su papel es realmente enternecedor, humano hasta decir basta, un pobre hombre que pinta poco en su familia y que ha pasado la vida dando sin recibir jamás, soportando a una esposa bastante desagradable sin alzar la voz y refugiándose en la bebida y con dos hijos (Will Forte y Bob Odenkirk) que son buena gente.
El pobre anciano recibe una carta, de estas de publicidad, parecido a los anuncios de Internet ("Has ganado un Ipad", "Es usted el visitante un millón") entre la edad de tiene y la demencia incipiente que sufre, cree que es el ganador de un millón de dólares, así que se obsesiona y se lanza a la carretera con su hijo menor, que se ve incapaz de quitarle esa obsesión de la cabeza.
Lo que parecía un viaje normal y corriente, se convierte en una introspectiva dentro del ser humano y de las miserias y la codicia que nos definen, cuando se corre la voz de que Woody es millonario, todo el mundo pretende sacar partido, así pues, como buitres, comienzan a merodear sobre el futuro cadáver del bonachón Woody, que no ve con malos ojos ayudar a sus familiares y amigos del pasado, queriendo solo que sus hijos tengan un buen porvenir.
La película también es una prueba de fe, de esperanza, durante algunos compases de la película, crees que el premio de verdad, aunque es todo una ilusión, es más "querer", que "creer", como la crónica de una muerte anunciada, Woody se lleva una decepción, aunque sin darse cuenta, ha ganado una cosa más importante, ha aprendido una lección vital.
Valoración:*******(7/10)

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