Cuando comenzó
en la proyección de esta interesante película, lo cierto es que vi a mis
compañeros, apresurados, tomando notas como locos de todo lo que en pantalla
acontecía, durante un segundo pensé en seguir su ejemplo mas acabé optando por
relajarme tranquilamente, abrir los sentidos y disfrutar del espectáculo.
Lo primero que
me llamó la atención fue el enfoque del director a la hora de contarnos la
historia, creo que no es casualidad que tenga la forma de un documental ya que
convierte al espectador en un alumno más ¿Por qué? Porque todos hemos pasado
por la misma fase que atraviesan los chavales.
Probablemente
alguno dirá, bien, es cierto que todos nosotros hemos atravesado una etapa
compleja en nuestra vida (Conocida como la adolescencia) pero en ningún momento
me he comportado de esa manera tan lamentable, faltando el respeto al docente y
a los propios compañeros.
Estoy de
acuerdo con esa afirmación ¿Pero no es cierto que no todos vivimos en la misma
realidad social? No es suficiente señalar que los alumnos se comportan como
animales salvajes, un profesional que se enmarque dentro de la ética debe dar
un paso adelante y trascender lo que se ve por los ojos en las aulas buscando
el motivo primigenio de estas actitudes.
El problema
que existe en Francia, probablemente, se reproducirá en España de aquí a unos
años (Sino es que ya está sucediendo) como todos sabemos, la inmigración en
Francia está más arraigada que en nuestro país, existen múltiples generaciones
ya nacidas en Francia, de países del norte de África y de algunas zonas del
Magreb.
Estas nuevas
generaciones tienen un grave problema de identidad ¿Por qué? Porque
generalmente han nacido en territorio francés y sienten cierto desarraigo
respecto a su tierra de origen, así pues, si Souleymane es de ascendencia Malí,
los más puristas dirán que en realidad es francés, sin embargo, el muchacho, no
se siente francés y carece de todo espíritu patriótico.
Esta extraña
situación desconocida para nosotros, esa sensación de desarraigo total y de
incluso indefensión, puede llevar a una rebelión por parte del individuo, que
enfadado, no comprende que es lo que hace en ese país y porque nadie le llega a
comprender.
Este hecho se
ve en varios momentos de la película cuando varias chicas renegaban de ser
francesas, el profesor parece verse sorprendido y superado por situaciones como
estas.
Aunque sea
complicado y a priori no entre dentro de las funciones de un docente, este, debe
conocer lo máximo posible a sus alumnos, todo esto es por una razón, todo hecho
tiene una consecuencia y por ende, cada consecuencia un hecho
(Acción-Reacción).
De esta
manera, si conocemos los entresijos de los alumnos podremos ir un paso por
delante y comprender cuales son los motivos que les llevan a actuar de mala
manera.
Tras un primer
visionado de la película, ponemos el foco sobre los alumnos, que se comportan
de forma lamentable, sin embargo, si rascamos un poco en la superficie,
descubriremos que, si bien los alumnos actúan de mala manera, los profesores
tampoco se quedan atrás.
Los profesores
del centro no hacen más que quejarse de los alumnos continuamente, en cierta
medida les comprendo, tiene que ser frustrante batallar en una ardua guerra cada
mañana, sin embargo, en ningún momento les dicen lo que hacen bien, me explico.
El muchacho
asiático es un chico brillante y recibe elogios continuos por parte del
profesor, sin embargo, cuando otro de los chavales realiza la tarea que le pide
el profesor, este se limita a criticarle o a sacarle defectos.
Bajo mi punto
de vista, sin motivación no puede haber aprendizaje, si los niños no comprenden
que es lo que están haciendo y no ven la utilidad al aprendizaje no querrán
hacerlo y es debido a que en los tiempos actuales, existen cientos y cientos de
entretenimientos más suculentos que estudiar.
Por otra
parte, los profesores parecen estar más preocupados de la burocracia y de que
no tienen una máquina de café en condiciones que de los muchachos ¿Hay algún
rayo de esperanza? Sin duda, de vez en cuando una temblorosa voz se alza y
dice.
“Cada vez que
hacemos un consejo de expulsión, el alumno acaba expulsado ¿Para qué lo
hacemos?” Pues una pura formalidad, nos ponemos a legislar los castigos, es
decir, las consecuencias cuando en verdad deberíamos poner el foco en las
causas y en como sofocarlas.
Otro detalle
que me ha parecido excepcional, es el de la madre de Souleymane, habla y
describe a un chaval modélico ¿Cómo es posible que una persona actúe de una manera
diametralmente opuesta dependiendo de donde esté? ¿No será que el profesional
está actuando de mala manera?
Sin embargo ya
da igual, como si de una picadora de carne se tratase el consejo cual máquina
fría y calculadora legisla, juzga y sentencia a Souleymane sin preocuparse por
lo que es mejor para él.
Durante el
consejo, al profesor se le remueve la conciencia, pero finalmente desiste, es
un ejercicio demasiado complicado.
El final ha
causado mucha controversia entre algunos de mis compañeros pero en lo que a mí
respecta, ha sido una preciosa y terrible alegoría de que es el sistema
educativo en la actualidad, todo el mundo juega, al igual que todos jugamos
despreocupados mientras los cimientos se derrumban y los niños acaban el año
sin haber aprendido nada de nada.
El aula
permanece vacía, esperando, esperando a una nueva clase, esperando a unos
nuevos chicos a los que no ayudaremos, todo sigue igual.
Valoración:*******(7/10)
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