Como pasa el tiempo, hace unos días no había visto ni un solo minuto de "Juego de Tronos" y a estas alturas ya vamos a por la tercera temporada...Sin duda esta segunda me ha enganchad mucho más que la original, me ha mantenido pegado a la pantalla en todo momento y me ha resultado excepcional, aunque analizándolo fríamente tampoco es que hayan pasado una multitud de cosas, la segunda temporada de "Juego de Tronos" gira entorno a la guerra que se está organizando tras el fallecimiento de Stark (Se echa mucho de menos al gran Sean Bean, una lástima que prescindieran de su cabeza) y tras el ascenso al poder del malvado Joffrey.
Vamos a analizar la serie desde tres vértices, los Stark, los Lannister y los Targaryen, los primeros están sin duda en crisis, Jon Nieve está en el muro viviendo aventuras, he de decir que su incidencia en esta segunda temporada ha sido escasa, esperaba algo más de Jon (Aunque con seguir vivo creo que le vale a día de hoy) el cuál ha estado ciertamente descafeinado todo el rato, es más, por no ser, no es ni protagonista de la revelación final, en la que sus compañeros del muro, de los que se separa, divisan al primer caminante blanco de la serie (Aunque en el primer capítulo de "Juego de Tronos" algo pudimos, no ver, sino advertir.)
Por otro lado Sansa Stark tiene que vivir un infierno casada con el demente de Joffrey, cada vea que sale este último la audiencia se levanta, es sádico y malvado y sin duda, uno de los mejores personajes de la serie, para que una ficción tan costosa como "Juego de Tronos" tenga éxito, ha de tener un villano a la altura y creo sin lugar a dudas que Joffrey es ese tipo, un gran acierto de casting y del actor.
Por otro lado, la otra hija, viaja como si fuera un chico y trabaja infiltrada para Charles Dance, el padre Lannister, que es zorro viejo en esto de las guerras y dará mucho juego.
El niño paralítico sigue en Invernalia, tratando de sobrevivir a las traiciones de los de alrededor, tras una invasión tiene que exiliarse a lomos de su fiel amigo y gigante Hodor.
Finalmente está Robb, el cuál comanda a los ejércitos contra los Lannister, mientras tiene a uno de ellos preso, el matareyes.
He de decir, que estoy ciertamente decepcionado con Nikolaj Coster-Waldau, esperaba mucho más de él y poco estoy recibiendo, me parece un personaje importante pero desaprovechado.
Aunque el que se lleva la palma es Peter Dinklage, un auténtico crack demostrando que los enanos pueden trabajar en el cine de manera sublime y que no solo sirven para papeles menores, Dinklage sigue demostrando que es capaz de trabajar con sobriedad en todo momento y eso le honra, lo hizo en "X-Men : Días del futuro Pasado" y lo repite en cada temporada y en cada capítulo de esta aclamada "Juego de Tronos".
Si hay una parte con la que conecto menos es con la de Khalesi, me aburre un poco más, Emilia Clarke me parece una brillante actriz y demás, pero toda esa travesía cuál Moisés por el desierto me parece un poco pesada, creo que la Khalesi tendrá un futuro importantísimo dentro de "Juego de Tronos", pero por ahora, como ya digo, es ciertamente decepcionante.
El final de la temporada es la batalla de Aguas Negras, una batalla en las puertas de Desembarco del Rey entre las fuerzas de Stannis Baratheon (Que por cierto, si que me fastidió que con la ayuda de la hechicera Melissandra acabara con la vida de su hermano, el rey homosexual casado con Natalie Dormer) que son arrasadas por el temible y verde fuego valyrio.
"Juego de Tronos" me ha resultado excelente en esta segunda temporada, aquel que empieza a verla queda prácticamente enganchado por una fuerza mágica que no te deja parar, estoy en ascuas por ver la tercera, la cuarta...¡Y casi la quinta! Que recordemos, será estrenada a finales del mes de abril de 2015.
Valoración:********(8/10)
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