Harry Potter y la Cámara Secreta es la secuela de la Piedra Filosofal, encontramos una secuela que mejora en trama, efectos especiales (el número de efectos gincho se reduce considerablemente).
Harry Potter y la Cámara Secreta para mi es la hermana fea de las primeras películas, no es como la primera película, inicial de Columbus, no tiene esa atmósfera de magia y de fantasía que tiene la Piedra Filosofal, pero tampoco llega a tal grado de oscuridad que tiene el Prisionero de Azkaban, pero ciertamente se queda a caballo entre la Piedra y el Prisionero, por lo tanto, queda un poco en medio, y alguno dice que la peli no tiene ni chicha ni limoná.
De todas maneras este libro es mi favorito y por ende no me siento para nada decepcionado con la adaptación cinematográfica, si bien es cierto que empieza con la mala costumbre de comerse cosacas, que en libro si aparecen, de todas maneras, es una cosa bastante comprensible, si todo lo que está plasmado en el libro, que es grande, no mucho, pero grande en definitiva, fuera llevado a la gran pantalla, la peli duraría más de tres horas por lo menos.
También es cierto que en algún momento la película se desarrolla de manera muy vertiginosa, de modo rápido, por lo tanto hace que el ritmo sea frenético (siempre frenado por las clases a las que tiene que asistir Harry Potter, aunque ese momento es brillante, con Gilderoy Lockhart, Kenneth Bra. lo interpreta jústamente como yo me lo podía imaginar, fanfarrón genial.)
Y por último vuelve Voldemort, vuelve Tom Riddle, conocemos sin saberlo el primer Horcrux, o el segundo, si contamos a Harry Potter, y conocemos al mostruo de Salazar Sly. un Basilisco, del que las arañas huyen, dejando esa mítica escena del coche volador y las arañas gigantescas.
La fantasía sigue presente, fantástica película, pero al ser una secuela, merece un nueve.
Valoración: ********* (9/10)
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