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domingo, 15 de febrero de 2015

Ninja's Force (Ninjas de la justicia)

"Ninjas de la Justicia", menuda película macho, obra maestra delirante y excepcional, de argumento extraño y resultado aún más extraño, lo cierto es que se ha convertido en una de mis películas predilectas del género porque me ha hecho conocer a la estrella mundial conocida como Romano Kristoff, que además es de origen español (Esto para mi, como es obvio, fue lo más revelador de todo, dejándole con el culo torcido una vez más).
Lo primero que me hizo venirme arriba es que ponía que estaba protagonizada por Ken Watanabe, miré por internet y fue una decepción, será un primo lejano suyo del cine cutre pero él no es.
Lo bueno de películas como "Ninjas de la Justicia" es que no se andan con medias tintas, no se andan con chiquitas, en los primeros minutos de la producción ya hay una auténtica declaración de intenciones, un ninja aparece en una mansión, va sorteando a gente matándola y lo primero que hace es cargarse a una paralítica ¡Con dos cojones! Eso si que es atención a la diversidad, katanazo en la cabeza y a otra cosa mariposa.
Dos policías norteamericanos al más puro estilo "Black Rain", tienen que ir a Japón a encontrar a un Ninja (Y reitero la palabra NinJa, con J, apretando fuerte y casi echando un gapo).
Van un negro y un blanco, el negro es el primero en morir obviamente, van con un guía y encienden una hoguera en el bosque esperando a los Ninja, que matan al compañero afroamericano y al guía, porque una vez que te revelas en camino a los Ninja has de morir.
¿Alguien en su sano juicio moriría para llevar a un par de extranjeros a ver a unos Ninjas? Yo creo que no, de hecho, el guía que supuestamente iba a morir, no está muy por la labor (A lo mejor le timaron, vaya usted a saber) pero aquí ha pasado algo raro sin lugar a dudas.
El tema es que el Ninja más mortífero, es occidental, es Romano Kristoff, el más grande, que vuela a Estados Unidos para acabar con el Ninja en una pelea de lo más épica.
Una vez allí conoce a una lozana muchacha con la que yacerá en una escena ciertamente explícita (El 50 sombras de Grey particular de Romano Kristoff, aunque he de reconocer que me decepcionó mucho que no se tirara a las dos, ahí Romano me falló mucho).
Con las muchachas se producen las situaciones más hilarantes, ya que estas pretenden dejarle mal, así que le ponen una silla rota y un cubo de agua.
La historia es que el poli blanco, superviviente y Romano van por ahí haciendo justicia a su manera, hasta que llegan a la escena final en el que el bueno de Romano Kristoff se pone a repartir estopa como si no hubiese un mañana.
Al final, encontraremos una batalla en la playa, Kristoff contra otro Ninja, que hay que reconocer que mola un pedazo.
La película es cutre con ganas, pero muy cutre, la sangre parece pinta uñas rojo y las actuaciones son lamentables, pero si te gustan las películas de Ninjas con esta lo vas a gozar especialmente, un clásico del género...Vamos, es tan ridículo que tengo ganas de volvérmela a ver tan pronto como me sea posible, magistral.
Valoración:*******(7/10)

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